Historia

Corset victoriano: un arma de seducción.

El corset, una prenda creada hace siglos, ha sufrido muchas mutaciones a lo largo del tiempo. Se trata de una vestimenta conflictiva en la historia respecto a la salud de la mujer y la liberación de la misma.

Actualmente, esta tendencia ha regresado de un modo muy moderno, osado y juvenil, pero… ¿Por qué usamos lo que usamos? ¿De dónde podemos sacar inspiración?
Hoy hablaremos particularmente del corset en la época victoriana (1837-1901), momento cúspide del Reino británico y la Revolución Industrial.
El corset de aquel momento estaba pensado exclusivamente para provocar a los hombres y muchos piensan que era parte del machismo y la dominación hacia la mujer.
El excesivo uso del corset en esta época no tuvo que ver con la opresión hacia la mujer o un mandato social, sino que fue consecuencia directa de la Revolución Industrial, la cual permitió la producción en serie y, con esto, la democratización de la moda.

El problema principal de esta prenda era el gran daño que provocaba en la salud. El excesivo ajuste en la zona de la cintura perjudicaba los órganos y, según afirmaban los profesionales del momento, generaban dificultades en la respiración y la digestion, así como mareos, bajas en la presión y hemorragias internas.
Parece curioso, pero cuanto más ajustado llevaban el corset, más respetadas eran la damas.
Todas las épocas traen consigo un canon al cual la sociedad busca apuntar. El prototipo de mujer de aquellos tiempos estaba lejos de las actuales pretenciones de delgadez, a pesar del énfasis femenino por lograr una cintura pequeña. La idea era poder generar voluptuosidad en pechos y caderas. Esta prenda no dejaba de constituir un arma de seducción que permitía expresar sexualidad de una forma socialmente aceptada.

Al principio de la década del `50, el color más utilizado, y sobre todo para los vestidos de noche, era el blanco; también había tonos pasteles mas lavados.
Luego, con el descubrimiento de tintes sintéticos obtenidos de los descubrimientos químicos, los colores se volvieron mucho más vivos y vibrantes.
La Revolución Industrial trajo consigo la manufactura masiva de “varillas” flexibles y su fabricación significó reducción de costos.
A partir de 1880, transitando el período conocido como “La Belle époque” (caracterizado por un sentimiento optimista y lleno de satisfacción),
con una industria mucho más establecida y el comienzo de la producción en serie, los corsets comenzaron a fabricarse en cantidad y se volvieron mucho más accesibles para los sectores populares. Esto provocó el momento más triunfal de esta vestidura.
Los doctores solían criticar la práctica por los problemas de salud y recomendaban el uso de reducciones moderadas.
Los puritanos criticaban lo provocativo de las prendas.
Cuando la humanidad dio paso al siglo XX, las mujeres comenzaron a buscar siluetas más naturales y cómodas (principalmente con el acaecimiento de la Primera Guerra Mundial, cuando algunas mujeres comenzaron a insertarse en el mundo laboral). El corset se limitó a ser usado por personas de la alta sociedad o para vestuarios más teatrales.
Cómo la moda es cíclica, luego de la Segunda guerra la vestimenta volvió al glamour y estas prendas de ajuste regresaron al cuerpo femenino.

En la actualidad, la tendencia muestra un corset mucho más relajado y sin ninguna regla. Suelen verse combinados con jeans mom o cualquier otra prenda.
Ya no debemos ver esta vestimenta como opresiva, solo debemos entender los contextos y animarnos a experimentar nuestro look.

¿Usaste alguna vez un corset? Contanos en comentarios!

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