Costura, Moda

SASTRERÍA INGLESA: ARTE EN SAVILE ROW

Para comenzar a hablar de la sastrería inglesa es indispensable mencionar a Eduardo VII, príncipe de Gales. Él fue un gran influyente en la moda masculina. Cuando murió, en 1910, el príncipe Von Bullow, canciller alemán, dijo “En el país donde, sin lugar a dudas, los caballeros visten mejor, él era la persona mejor vestida”.

Eduardo VII, todavía no había cumplido 20 años cuando empezó a viajar al extranjero, lo que le dio un perfil internacional. Era uno de los referentes principales de la sastrería de Savile Row, y fue uno de los que contribuyó a que esa fuera la calle con la sastrería más sofisticada y exquisita.
Fue en 1730 que Richard Boyle, tercer conde de Burlington, bautizó la calle con el nombre de la familia de su esposa. Ubicada en el centro de Londres, Savile Row, primero llevó el nombre de Savile Street. Se convirtió rápidamente en una zona residencial con personas elegantes. En un principio, vivían oficiales militares con sus esposas, más adelante se instalaron algunos médicos. En los alrededores, estaban los sastres, principalmente especializados en uniformes militares, inmigrantes judíos y sastres civiles.

Se estima que Londres tenía hacia 1834 entre 9000 y 13000 oficiales de sastre afiliados a sindicatos.
Hacia mediados del siglo XIX, los sastres ingleses ya tenían una envidiable reputación internacional, además de que eran aficionados a usar la cinta métrica, inventada a mediados del siglo XVIII. Tomar medidas exactas del cuerpo del cliente, permitía crear patrones basados en la anatomía.

En el siglo XIX, la ropa masculina fue evolucionando. El uniforme del momento y el atuendo estándar era la Levita, asociada con los uniformes militares Napoleónicos. Era una alternativa al abrigo, y se llevaba con camisa y chaleco. Los pantalones podían ser de la misma tela u otra contrastante. Hacia 1840 la mayor parte de los pantalones llevaban bragueta y botón en el centro. La levita acentuaba la cintura y solía llegar hasta las rodillas.

El traje de calle ganó aceptación en las décadas de 1850 y 1860. El príncipe de Gales, fue quien quiso simplificar el código sartorial de la época. Era él, quien permitía que sus acompañantes llevaran solo 2 dos trajes: el tweed de caza para el día y el de etiqueta para la cena.
La obsesión del príncipe de Gales por el vestir marco tendencia en la alta sociedad, así también como en la clase media.

Hoy en día alrededor de 20 sastrerías se asientan en Savile Row.
El término que se utiliza para describir esta rama exclusiva de la alta costura masculina es ‘bespoke‘. Tiene procedencia en el ambiente de los sastres que definían la tela como ‘be spoken for’, que significa: reservada para un cliente en particular. Confeccionar un traje en Savile Row es garantía total de un trabajo 100% hecho a mano, a medida para un cliente. La personalización tiene un precio y un tiempo: un traje terminado puede tardar hasta tres meses, moviliza una decena de personas, necesita por lo menos tres pruebas, 50 horas de trabajo y llegar a costar más de 6,000 dólares. Sin embargo, hay mucha demanda y se confeccionan alrededor de 10000 trajes por año.

Y a vos… te gustaría conocer Savile Row y su sastrería?

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